La temporada de patatas 2023/24 pasará a los libros de historia por ser la estación en la que la perpetua movilidad del cultivo y el procesamiento de patatas frescas se vio afectada por un número desconocido de factores, cada uno de los cuales tuvo sus efectos al mismo tiempo: las secuelas de la pandemia de Covid, la serie consecutiva de malas condiciones meteorológicas, el conflicto militar en Ucrania, las manifestaciones de los agricultores enfurecidos, el conflicto en Israel y sus consecuencias para el transporte marítimo, las elecciones en casi todos los estados miembros de Europa, el objetivo de nuevas regulaciones para mantener el equilibrio entre agricultura y preservación de la naturaleza,...

El año 2023 pasará a los libros de historia de Europa (occidental) como un año de extrema irregularidad en las actividades agrícolas. Varios factores externos desempeñaron un papel muy importante en las fluctuaciones de las circunstancias del mercado, de los que hacemos un breve resumen:

En tiempos turbulentos relacionados con la Covid, la guerra, los cambios climáticos, los problemas ambientales, etc., que tienen un grave impacto en la vida cotidiana, deberíamos analizar más a fondo las consecuencias para la agricultura en general y para el procesamiento de patatas en particular. ¿Cuál es nuestra posición y hacia dónde vamos?